El municipio de Moraleja está situado en el cuadrante Noroeste de la provincia de Cáceres, al Norte del río Tajo y al Sur de la Sierra de Gata, del Sistema Central, a orilla de sus afluentes Árrago y Ribera de Gata, entre éstos y las primeras elevaciones de los términos de Cilleros y Perales del Puerto.
Presenta forma alargada, con orientación N.N.E.-S.S.O.; mide 23,5 Km. en su parte más larga y 12 Km. en la parte más ancha.
Es colindante con los términos municipales de Cilleros, Perales del Puerto, Gata, Huélaga, Casas de Don Gómez, Casillas de Coria y Zarza la Mayor. El municipio se halla enclavado en una posición asimétrica de su término, en la parte más llana, junto a la Ribera de Gata y al lado de la carretera comarcal C-526, del Puente de Guandancil a Ciudad Rodrigo
CASTILLO DE LA MILANA
Las referencias escritas de la primitiva fortaleza de Milana o Torre Milanera, datan como mínimo del siglo XII. El emplazamiento, a unos 5 kilómetros al sur de Moraleja, por sí solo evidencia sus dotes castrenses y militares, pues se halla en un elevado promontorio situado sobre la confluencia de los ríos Árrago y Rivera de Gata, lo que en sí mismo ya constituye una defensa natural.
LA CASA-FUERTE DE LA ENCOMIENDA
En ella se concentran la condición de representación o sede administrativa de un territorio jurisdiccional determinado. Una de las funciones de esta y otras Casas de encomienda era la de servir de centro recaudador y depósito de tributos. Como tal edificio donde se acumulaba y guardaba dinero, debía estar bien fortificado y defendido, por lo que no se dejaba de reparar sus muros y mejorar sus defensas.
En la actualidad el edificio está bastante deteriorado, aunque en su parte alta todavía existen algunos aposentos y salones bien conservados, testimonio de la antigua nobleza del inmueble, no en balde en esta Casa se alojó Felipe V cuando en 1704 el monarca visita Moraleja y al numeroso ejército dispuesto al otro lado del río, con ocasión de la Guerra de Sucesión contra Portugal.
PUENTE MEDIEVAL
No hay información escrita de su construcción, aunque aparece siempre en toda la documentación cartográfica y literaria que hemos podido manejar desde el s. XVIII. Lo más característico es su considerable longitud, pues tiene que cubrir no sólo el lecho del río en su curso habitual, sino una amplia zona que se cubre por las aguas en tiempos de crecida. En total son 14 arcos de diferente envergadura y tipología.
Es igualmente significativa su angostura, pues la anchura actual es el resultado de la ampliación al construir sendos voladizos a los lados, y aún así resulta estrecho.
El poco ancho de la calzada y la existencia del arco principal a mayor altura, creando doble rampa, hace pensar que se trate de un puente medieval, aunque la fábrica conservada hasta nuestros días, con todos sus arcos de medio punto, menos los tres primeros del lado occidental que son rebajados, sugieren una datación en el siglo XVI, posiblemente en sustitución o ampliación de alguna otra construcción de épocas anteriores.
ROLLO PICOTA
Es el testimonio monumental del privilegio ostentado por la Villa de Moraleja para administrar justicia. Se halla emplazado a las afueras de la población, como era costumbre desde la Edad Media, tras salvar el puente que atraviesa la Rivera de Gata.
En el escudo que tiene parecen identificarse cuatro cuarteles que contienen las armas de Castilla y Aragón, además de la granada situada en la barba, rematándose en lo alto con la corona real, mientras que en los lados las garras del águila de San Juan lo sostienen.
Este Rollo-Picota señala la demarcación de su jurisdicción penal, pudiendo ser utilizado para la exhibición de los restos del reo tras la ejecución de su condena a muerte. Manifestaba el derecho de Moraleja para ejercer justicia.